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Crecí en una ciudad romana y estudié en un colegio de monjas (les agradezco a todas ellas mi ateísmo) donde aprendí que salirse del rebaño en algunos momentos te hacía sentir más libre.
Estudié en las Madres escolapias.
Un colegio de monjas.
Un colegio de monjas vestidas de monjas.
Tenía una amiga, repetidora y con la falda del uniforme siempre más corta de lo que ordenaba la Madre Superiora.
Era la oveja negra.
Yo en cambio era de las normalitas. No hacía mucho ruido y pasaba casi desapercibida.
Y a mi me gustaba hablar con ella.
Un día después del comedor nos fugamos, en plan malotas, sin mucho conocimiento, aunque su seguridad y sus ojos llenos de libertad me animaron a seguirla.
Nos fuimos debajo del puente romano.
Y allí se puso a fumar. Yo no fumaba.
Más bien estaba acojonada y veía monjas malvadas que salían hasta debajo de las piedras, y piedras, en Mérida hay muchas.
Volvimos y no hablamos nunca jamás del tema.
Pero ese día me sentí algo más libre.
Siendo parte de mi rebaño de ovejas negras serás cada día un poco más libre.
Y lo más importante es que aprenderás a gestionar tus redes sociales mientras creas una comunidad fuera de ellas donde tú seas la dueña y señora.
¿Y qué ocurre después de apuntarte a mi lista?
Recibes un correo al día menos los lunes.
Los lunes son mi domingo.
Es decir… Si me preguntas algo un lunes, no te contesto.
En los correos también te ofreceré mis servicios obviamente.
Mi versión del cuento de Pedro y el lobo será mi segundo correo donde te hablo sobre las 3 técnicas altamente efectivas para vender y que puedes aplicar en tu negocio sea cual sea tu sector.
*Ah, Te puedes dar de baja cuando quieras. Sin compromiso de permanencia como se suele decir.
Si ves que todo esto es demasiado para ti, no te preocupes, abajo de cada email que mando en letra azul tienes la opción de darte de baja.
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